Sin embargo, todas aquellas reflexiones del verano de 2008 no cayeron en balde. Cuando estuve pensando si podía existir una "Libertonia 2.0", y qué sentido tendría, me dió por intentar desentrañar qué motivos había detrás de los sitios de éxito de lo que se ha dado en llamar la web 2.0. Qué era lo que llevaba a una persona a interesarse por estos modelos y no por otros. Y como se dice ahora en el argot "qué patrones de diseño compartían".
Seguramente Tim O'Reilly y otros gurús de la "cosa 2.0" tendrían mucho que decir al respecto (de hecho, en un libro de la editorial O'Reilly sobre el tema tienen un wiki de patrones de diseño de interfaces sociales). Los que no somos gurús de la web 2.0 seguramente deberíamos cerrar la boca. Pero como yo soy por naturaleza un bocazas, y además estos bytes no le van a suponer a la humanidad un gran coste (no es más que una gota en medio de un oceano dentro del incesante chorro de información actual) he decidido que yo también voy a exponer mis propias conclusiones. Y además, gratis et amore :-)
Pero esto no va a ser una aburrida charla de lo guay que son las redes sociales y lo mucho que mola apuntarse a ellas. Al contrario, esto va a ser una aburrida charla sobre cómo me gustaría que fuera un utópico sitio web a partir de lo que voy viendo en otros sitios que me gusta. Y también de lo que voy viendo en otros sitios que no me gusta. Eso sí, quiero que quede muy claro que esto es un puro ejercicio intelectual y absoluto vaporware. Es decir, no se va a traducir en nada real, ni pienso escribir una sóla línea de código al respecto. Estáis avisados.
El hecho de que escriba una serie de artículos, y no publique un artículo total y completo, como tenía pensado inicialmente, lo hago deliberadamente. Es parte de lo que quiero explicar. También lo hago porque sé que si intentara hacerlo todo de golpe, como hasta ahora, al final nunca lo haría. Así que prefiero lanzarme y llegar hasta donde buenamente pueda.
Finalmente, decir que estas ideas las tengo recogidas en un esquema/boceto de un par de páginas que Iñaki y yo elaboramos el pasado verano, despues de un par de animadas tertulias. La idea del boceto era forzarme a escribir este artículo que aún le debo (discúlpame Iñaki), y al que siempre estaba dando largas en mi mente. Desde entonces, ha estado dando vueltas por un cajón, y han sucedido unas cuantas cosas de por medio que pueden haber cambiado o matizado mi percepción (como mi reciente inmersión en Twitter) en algunos puntos (aunque no en lo esencial). Por eso es posible que el resultado final no sea exactamente como fue originalmente recogido (nuevamente discúlpame Iñaki). De todas formas, el mundo no es algo estático, sino que fluye con el tiempo (y esto es también un patrón de diseño a tener en cuenta).
Creo que no es necesario que diga que una buena parte de la gracia de todo esto está en el feedback, así que sentiros libres de opinar lo que sea.