Tras elegir el idioma, aparece el escritorio del KDE: su barra de tareas, su relojito, sus escritorios. Con el mando a distancia uno manejaba el ratón con bastante soltura, y la lástima era que en el hotel todavía no tenían los tecladitos, y uno se quedaba algo limitado. Aún así se podía acceder a una serie de páginas web que venían ya preseleccionadas, jugar a alguno de los jueguecillos del KDE y, lo mejor, arrancar el xmms y darse un gustazo con la selección de canciones del hotel :)
En resumidas cuentas, era un escritorio personalizado para el hotel y con bastantes aplicaciones. Una lástima que no tuviéramos tecladito, porque se podía hasta abrir una consola :)
Lo que me dio que pensar es que había alguien que se había encargado de montarle todo aquello al hotel. Es decir, que usando Linux (gratuito), algún manitas (simplemente alguien con visión, porque hasta yo podría hacer algo así con tiempo) se había sacado probablemente un buen dinerillo. ¿Una forma más de hacer dinero con Linux? Por otra parte, curioso que el hotel se hubiera decidido por Linux para montar el tinglado. Las ventajas son evidentes, claro, pero ya se sabe lo difícil que es vender este sistema operativo.
¿Otro nicho de mercado para Tux? ¿Servirá a los clientes del hotel como primera incursión en el mundo Linux? ¿Le perderán así el miedo, desde el mando a distancia? Curioso cuando menos, ¿no? :)