Yo no lo recordaba, pero me apuntaron en Barrapunto que las canciones
que vienen con knoppix vienen bajo la Green License. No sé muy bien de
qué va, porque ahora mismo la página que lo explica está
caída, pero creo recordar que cuando lo miré parecía algo de cachondeo,
y que decían que cualquier color era bueno para publicar música libre. A
ver si hay suerte y cuando este artículo vea la luz podemos revisar el
enlace y enterarnos mejor.
Comentar por último que las tres canciones que venían en el CD de
knoppix me parecieron de gran calidad, si bien la tercera no era "mi
tipo". Me sorprendió que canciones que podrían estar sonando por la
radio y cobrando royalties, vinieran en un CD "por la patilla".
Picado por la curiosidad, me he puesto a buscar por la red y he
encontrado, entre otras cosas, un enlace a Open Source Music License
(OSML). Data de Septiembre del 2002, o sea, del mes pasado. Y a
pesar de su nombre, no creo que esté relacionada con la Free Software
Foundation ni nada por el estilo, ya que viene firmada de esta manera:
"Copyright (C) 2002 Root Records". Sin embargo, algo más abajo, añade:
"This document is based on the GNU Public License (GPL).", así que
parece que aunque no exista una relación entre ambas entidades, los que
han escrito la OSML lo tienen bastante claro. Esta licencia es curiosa,
y contempla, entre otras cosas, qué sucede en caso de que se emita por
internet o radio y qué pasa con el vídeo que acompaña a la canción, si
es que existe. Curioso.
Siguiendo las indagaciones, encontré el Free Music archive, una
especie de buscador de música libre. Se pueden realizar búsquedas por
formatos, por géneros, por artistas... No lo he probado, pero lo incluyo
en la agenda. Parece un buen punto de partida.
En la misma página, en la parte inferior, encontramos un enlace a la coalición por el futuro de
la música. Ellos mismos se describen como una coalición que persigue
"educar" a los medios, a los políticos y al público en general sobre el
problema de las discográficas en la actualidad, sobre cómo el negocio va
a cambiar y qué pueden hacer los músicos para que tanto ellos como su
público salgan ganando con el cambio. Podéis leer su manifiesto e incluso
uniros a la causa.
En el mismo sentido he encontrado este enlace: The free music
philosophy. En esta página podéis encontrar una suerte de FAQ en la
que se habla de por qué compartir música debería ser tan común como
"respirar o disfrutar de los rayos del sol". También aquí hacen
referencia al manifiesto GNU y al concepto de Free Software. En esta
página nos explican por qué debemos disfrutar de música libre, qué
pueden hacer los artistas, qué podemos hacer la audiencia, y por qué
esta debería ser la manera de hacer las cosas. Me ha parecido bastante
interesante.
A estas alturas uno se preguntará: "Muy bonito, ¿pero qué hay en la
red libre ahora mismo en términos musicales?". Si queréis que os diga la
verdad, no tengo ni idea. Ahora mismo estoy tan verde como estás tú,
sufrido lector. Estoy escribiendo esto para pincharte y que investigues
un poco, y te aseguro que es lo que voy a hacer yo en cuanto tenga un
rato. Pero tranquilo, que tengo algunos enlaces por donde empezar y
algunas ideas.
Lo que más me ha llamado la atención ha sido descubrir la emisora de radio creada en torno a
la red de IRC Freenode, que probablemente sea así como un
escomposlinux pero en torno a un IRC, en vez de unas news. La emisora se
llama WOPN, y por lo visto la música que emite es libre, así que parece
un buen lugar para empezar a escuchar unas buenas melodías "opensource",
si es que finalmente esa es la licencia de la música que radian.
Supongo que como más de uno, yo pensaba que todo lo que se distribuía
en cuestión musical por internet (al margen de grupos serios
intrépidos), estaba basado en "loops" y "samples". Debo decir que no
comulgo con la música electrónica, así que nunca me había planteado el
hecho de buscar música libre por internet, ya que pensaba que no me iba
a gustar. Pero ya digo que, de las tres canciones que venían en knoppix,
dos eran digamos "pop" y sonaban muy bien, lo cual me ha animado a
profundizar en el asunto.
He aquí un lugar donde empezar a bajar discos por el morro: www.opensource-music.com. Aquí
podéis encontrar los trabajos de algunos artistas que se venden por la
red. El catálogo creo que se limita a tres autores, y me temo que la
cosa va en plan electrónico, pero al que le guste le puede echar un
vistazo. Quizá el nombre del sitio es algo pretencioso para lo limitado
del repertorio y para lo "relativamente" poco implicados que se les ve
por la causa (los sitios anteriores sí que hacían verdadera apología del
movimiento), pero ya se sabe cómo es lo de los nombres de dominio.
Un lugar algo más "por la causa" es Savarese.org, donde se
vuelve a hablar de OpenSource Music, pero esta vez curiosamente desde la
licencia Open Audio
License (OAL). La página está un poco en pañales, pero dan un enlace a
un registro en el que se
pueden consultar un montón de canciones publicadas bajo la OAL. En
Savarese de momento no se puede descargar ninguna canción todavía, pero
su "coming soon" parece prometedor. Desconozco en qué difiere la OAL de
la que hemos visto al principio del artículo, ya que no se me dan bien
los textos jurídicos. Si alguien es hábil y tiene algo de tiempo, seguro
que es interesante que nos lo explique. Supongo que son matices del
mismo color.
Por último, otro lugar la mar de apañado en el que escuchar música
libre: root#
records. Con ese nombre tan BOFH se presenta una pequeña
discográfica que se describe así: "root# records is a small label
dedicated to a simple ideal: that music belongs to everyone.". Creo
que hay un sólo autor, pero desde luego pone su música a un tiro de
click, lista para bajar sin más prolegómenos. Si te gusta su música,
puedes comprar el disco por el módico precio de 5$ más gastos de envío.
Vamos, lo que deberían valer los discos si el mundo no estuviera loco.
Es curioso ver las opiniones de la audiencia sobre la obra, entre las
que se encuentran las del propio autor y de algunos de sus amigos. Eso
es imparcialidad ;) Lo que me ha dejado de piedra es que aquí se
habla de música
opensource en su verdadero sentido. Es decir, al menos para uno de
los tres discos que se exponen, el autor pone los samples utilizados en
formato Pro Tools, de manera
que cualquiera puede hacer sus propias remezclas y jugar con las
canciones. Original aproximación al open source, ¿no? Quizá difícl
encontrar algo más exacto en su definición.
Bueno, con esto ya tenemos todos una pequeña lista para empezar a
investigar, incluido yo mismo. Por último, y para cerrar el tema, me
gustaría hablar un poco de la situación actual de la industria
discográfica, de sus inicios y de cómo se ha llegado a esto, de manera
que podamos tener un pequeño debate. En cualquier caso, no me gustaría
caer en el clásico "Las discográficas son unas explotadoras", "El Bisbal
es maricón" y sutileces por el estilo. Me gustaría que se hablara más
sobre las posibilidad que tiene la música libre y sobre la distribución
por internet. Dejemos la explotación para los que no tienen escrúpulos.
Al principio de los tiempos (pongamos años 50 y demás) no se vendían
LPs. Los LPs son los conocidos Long Plays, discos de larga duración con
un montón de canciones. Toda la música se editaba en singles en vinilos
pequeñitos. Las dos canciones de moda por una cara, la A, y luego un par
más en la cara B, donde iban un par de canciones que buscaban hacerse un
hueco. Al que le gustaba la canción del momento se la compraba y al que
no, pues no. Todo fueron singles durante muchos años y la gente
disfrutaba como loca. Los primeros LPs no eran sino recopilaciones de
singles. Vamos, que para no tener todos los singles por ahí, los
comprabas en un sólo disco, pero ya sabías lo que comprabas.
El primer Long Play con contenido completamente original e inédito se
editó a final de los años 60, y no podían ser otros que los Beatles,
eternos conocidos y paradójicamente también desconocidos. Aquel
revolucionario disco fue el "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Clubs
band", y todas y cada una de sus canciones eran nuevas, no habían sido
editadas en singles anteriormente. Curiosamente, también fue el primer
disco en traer las letras de las canciones en el mismo álbum. ¿Lo sabías? :)
No sé muy bien cómo transcurrieron las cosas desde entonces ya que yo
era pequeñito (llevo más de 20 años siendo pequeñito), pero apostaría a
que fue con la llegada del CD a mediados de los 80 cuando el formato
empezó a mandar sobre el contenido. No me extenderé mucho más porque no
me gustaría que el debate se centrara por aquí, pero decidme cuántos
discos tenéis en los que valgan la pena más del 80% de las canciones. Yo
tengo muchos discos y los de este tipo los puedo contar con los dedos de
una mano. En breve: hay 74 minutos y hay que llenarlos. ¿Con qué? Con la
canción que vamos a hacer sonar por la radio y con 9 ó 10 más. En
resumen, acabamos pagando un montón de dinero por un montón de canciones
que no queremos. Esto es insostenible, e internet va a hacer caer los
cuatro postes que sustentan el chiringuito. Es cierto que a menudo discos que no pasan de la media hora son de una calidad bestial, pero aún así nos quejaremos porque sobra más de medio CD. ¿Tenemos derecho a quejarnos? Es relativo. Lo que no es relativo es que hemos pagado más de 20 euros.
¿Qué nos depara el futuro? A mí me gustaría pensar en una industria
sin intermediarios. Un lugar en el que los artistas vendieran
directamente sus trabajos a la audiencia, y donde los grupos trabajaran
las canciones y no los discos. Al fin y al cabo la gente compra
canciones, no compra discos. Ya hay muchos grupos cuya música puede ser
descargada gratis desde internet. Si te gusta lo que oyes, lo compras.
Si no lo quieres comprar, haces una donación. Si no tienes un duro o no
tienes conciencia, te lo quedas por el morro, que también sabemos un
rato en este país de estas cosas, también. Puede ser una buena forma de
hacernos olvidar que internet =! gratis. Por otro lado, para los simplemente aficionados, podría ser una buena forma de dar difusión a su obra y recibir un par de mails que le suban el ego. Probablemente más de lo que jamás pensó cuando pasó una semana encerrado en su habitación. Un amigo mío editó un CD para los amiguetes, y la verdad es que había alguna canción resultona. Quizá no le importe (seguro) que la gente las pueda oír por la cara. ¿Pero cuál es el modelo para el mundo mundial? ¿Qué nos depara el futuro?
El futuro, así planteado, depara más competencia. Los grupos nuevos podrían
venderse en el mismo mercado que los peces gordos, haciendo valer la
calidad de su música sin necesidad de unos hombros sobre los que
apoyarse. Al fin y al cabo, hoy en día cualquiera puede tener en su casa un estudio de grabación en toda regla por un precio realmente asequible, y con un poco de maña e interés, puede hacer un gran trabajo. El resultado: más y mejor para todos. Veremos lo que nos acaba deparando la
música libre. La música en general no tiene muchas más opciones: o se
hace libre o se hace asequible. Pocos podrán competir fuera de esta
arena.