En esta última versión se ha incorporado el código para IPSec en IPv6,
además de reescribir el API criptográfico del que dependen (que ahora
incorpora criptografía "fuerte", como DES, TripleDES, MD4, MD5 y SHA-1).
Es un parque que desgraciadamente no afecta a FreeSWAN, puesto que se
limita a aplicarse en IPv6, y no en IPv4. Respecto al API criptográfico
del núcleo, puede consultarse este documento que Linus
guarda en el BitKeeper.
Otro cambio incorporado se
refiere al gestor de volúmenes LVM2. Linus ha incorporado
su elemento central (el device mapper), lo que hace pensar en su
completa incorporación en un futuro próximo. Respecto al otro gestor de
volúmenes, el EVMS, no ha dicho nada, aunque algunos
sospechan que se terminarán incorporando ambos gestores. Sobre la
discusión acerca de ambos gestores, puede leerse un resumen en LWN.
Un tercer cambio importante es la incorporación del nuevo sistema de configuración del
kernel del cual ya hemos hablado aquí
y un cuarto se refiere a sys_epoll una llamada al sistema
poll() más rápida y escalable.
Esto en cuanto a lo que ha entrado en esta versión, pero todavía hay
unos cuantos entre los que se esperaba que entraran que de
momento no lo han hecho. El más notable para los usuarios sería ReiserFS v4, la
completamente reescrita nueva versión del popular sistema de ficheros
con journaling, pero hay otras igualmente importantes.
A día de hoy Dave Jones a sacado una nueva versión de su documento Post-Halloween: what to expect in
the 2.5 kernel (lo de Post-Halloween se refiere a que el feature
freeze es precisamente mañana, que es la fiesta de Halloween en el mundo
anglosajón) en el que podemos encontrar perfectamente resumidos los
cambios del kernel 2.5. Es un documento "vivo" del que se podrá
encontrar su última versión aquí.
¿Ya merecen la pena todos estos cambios? Los expertos parece estar de
acuerdo que los nuevos núcleos tienen mejor rendimiento y comportamiento
que los 2.4. Al menos así opina Con Kolivas, autor de ConTest, en esta entrevista en
KernelTrap. O también así parecen indicarlo los tests con
el parche Preemptivo de Linux Journal.
En definitiva, podemos sentirnos legítimamente ansiosos mientras
esperamos la nueva versión del kernel 2.6, tanto por sus características
esperadas, como por su rendimiento. Mientras tanto, tendremos que
conformarnos con hacer de beta testers de las versiones 2.5, para
así tener cuanto antes probado y recomprobado nuestro nuevo Linux. Una
tarea importante, que no debemos olvidar.