Recién levantado, con las legañas todavía acabando de caerse frente a la pantalla del ordenador del curro, leo lo siguiente en IBLNews:
El EuroFighter sufrió un apagado simultaneo de ambos motores, y los pilotos fueron incapaces de reencenderlos, lo que provocó que el aparato se estrellase en la provincia española de Toledo.
A los pocos minutos de producirse el accidente los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia, achacando el problema a un "fallo informático". Aún sin conocer los detalles del caso, a algunos nos resultó sospechoso que se ofreciese ya una explicación cuando los restos del avión no habían tenido tiempo aún de enfriarse. Es más, "fallo informático" suena a la excusa de todos los días.
Y, efectivamente, la investigación subsiguiente demostró que el problema que originó el accidente radicaba en los propios motores y no en el sistema informático, como se había adelantado en un inicio. Lamentablemente, y como suele ser habitual, la noticia "corregida" distó mucho de tener el impacto mediático de la información original. Es decir, para el pueblo llano, la causa del accidente sigue siendo "un fallo informático".
[...]
Esto no me hace más que plantearme una y otra vez por qué los informáticos estamos tan mal vistos en la sociedad, y por qué los medios de comunicación no hacen más que dinamitar el poco carisma que aún nos queda. Ya nadie piensa en todos los beneficios que la computación en general ha producido, en como se usa en todos los campos, sino que, cada vez más, se ve la informática como la causante de accidentes aéreos, la que permite los robos de tarjetas de crédito, la que promueve la pornografía infaltil... A este paso, cuando me pregunten de que trabajo, voy a decir que soy proxeneta para que la gente no me mire con mala cara.