Así que quiero contaros mis primeras impresiones, tanto de la máquina (que parece que a algunos os gustó) como del software instalado.
En primer lugar, sí, es silencioso el bicho. Quizá no tanto como el iMac, pero como el zumbido del ventilador a baja potencia es más grave que el ruido que hace el disco duro antiguo, molesta menos. Además, como va regulado por temperatura, supongo que en cuanto bajemos de los 40º la cosa irá mejor. Sí puedo deciros que, si cargo mucho la máquina, empieza a subir de vueltas.
Lo estoy utilizando con un monitor que he salvado del desguace, y que me está subiendo las dioptrías a ojos vista, valga la redundancia. Estoy deseando agenciarme el TFT y poder por fin completar la compra.
Así que probé a instalar Hase-Hase-Hase-Froch y todo bien. Los drivers de la tarjeta gráfica dejan un poco de desear en rendimiento y tal. Pero eso no es nada con lo que pasé cuando intenté colocar un FreeBSD: directamente, al arrancar el KDE, empezó a oler a chamusquina: un cuadrado blanco en el sitio del cursor, ventanas raras... y cuelgue. El sonido ni iba. Supongo que en modo consola irá perfecto, pero dado el uso que le quiero dar, no me sirve. Buááá, con la ilusión que a mí me hacía, con lo fan que yo soy de Apache y su licencia super-permisiva.
Bueno, pues ya me puse a lo serio: como la distro más sencilla parece que es Mandrake, me tiré a descargar ISOs como camote. En cuanto lo tuve me puse a la tarea, y por fin mis profundos conocimientos informáticos empezaron a dar fruto: tras pinchar cien mil veces en OK (un vicio que tengo), se lo instala solo.
En estas que me encuentro con el escritorio (elegí KDE al haber leido aquí que era más ligero), le meto un cd para probar a ver alguna penicolilla, y... no me sale nada en el escritorio. Ni en el navegador (Konqueror). Parafraseando mi login, la instrucción man mount
me empezó a contar la horrible verdad: tengo que montar a mano cada cd que meta. Menos mal que el Mandrake Control Center tiene una opción supermount
que los monta automáticamente. Pero al configurarlo, me ha dejado el fichero /etc/fstab
lleno de basura. Empiezo a entender por qué algunos dicen que Linux no está preparado para el escritorio, y yo que pensaba que era un troll.
Luego me pongo a ver mi divx con los visores que trae: MPlayer, Xine y un par más. Todo perfecto, la CPU tan tranquila mientras lo reproduce, lo escala e incluso lo post-procesa. Pero con un VideoCD no hay tanta suerte: por algún motivo no los reconoce bien. Además, salen mensajes de error aleatorios como que se está usando el dispositivo de sonido, aunque luego lo reproduce perfectamente.
Al intentar bajarme el VLC, que ya sé manejar, me encuentro con 587 paquetes que hay que bajar e instalar, en un orden indeterminado (con el que no he dado todavía); o configurar una mandanga que se llama urpmi
que no sé ni de qué va. Nada, fracaso total.
Por otro lado, bajarse actualizaciones oficiales soportadas es una gozada: sólo hay que marcarlas en Mandrake Update, y se lo baja y lo instala él solo. Claro que eso ya lo tiene Mac OS X, e incluso Hasefroch creo que hace algo parecido.
Ya sabéis lo que pasa con esto: cada vez que sale un cuelgue extraño, o un mensaje sin pies ni cabeza, o una instalación falla, se pregunta uno que cómo pueden sacar eso a la calle; pero luego lo piensas, y como no has pagado un duro lo mejor es que te pongas a arreglarlo tú mismo -- que para eso tienes el código.
El caso es que ahora estoy escribiendo esto en mi Mandrake-nador, con mi Mozilla en GNOME (KDE no me deja ni log-out-earme). Ya sólo me queda preguntaros cuál es el camino único y verdadero que debo seguir como pureta Padowan.