Por diferentes motivos, como por ejemplo la cantidad de RAM requerida no eran demasiado prácticas, hasta que apereció Knoppix con la misma filosofía pero con un detalle, una detección de hardware casi perfecta, incluso en muchos casos, mejor que distribuciones completas.
Knoppix fue inspiradora de muchos otros proyectos similares como BizantineOS, Morphix y LindowsCD. Morphix es modular, lo que incita a crear distribuciones para usos particulares, como Morphix-NLP. Por no hablar de Gnome-Live-CD y otras cosas de la misma índole.
Las utilidades son muchas, pero a destacar por mi parte:
-Como disco de rescate.
-Mostrar las virtudes de Linux.
-Utilizarlo en aulas para cursos y formación.
-Simplemente probar una distro antes de aventurarnos a instalarla.
Los incovenientes:
-Requiere mucha memoria, mínimo 128 Mb.
-No se puede grabar la configuración, puesto que no se puede escribir en el disco (creo que Suse te instala unos ficheros de configuracion en tu HD para recuperar la configuración la próxima vez que la uses en ese PC.)
-Requiere una máquina rapida con un lector de al menos 40X
Mandrake aprende:
Mandrake lanza el Mandrake Move. ¿Qué nos ofrece que no tengamos ya? Pues varias cosas. En principio usar tu Linux en cualquier lugar, la configuración queda grabada por ejemplo en un llavero USB que forma parte de la distribución comercial de este producto. Esto propicia que no séa necesario tener una cantidad ingente de software y tener que elegir por ejemplo entre cinco editores o tres navegadores, resulta un poco agobiante para mi gusto.
Está basada en Mandrake Discovery que a diferencia de la versión download incluye algunos plug-ins propietarios lo que justifica en parte su precio. Además de todo esto será una buena excusa para comprar un disco USB y de paso contribuir un poquito con Mandrake.