Mi esperanza de encontrar el sustituto electrónico ideal se frusta
cada año.
El PDA no me convence. Y eso que lo compré sobre todo
con el objetivo de almacenar en él lo que ahora me supone una maleta.
Simplemente se ve mal, mis ojos se cansan. No puedo leer a la luz del
sol: la ansiada lectura a la orilla del mar o de la montaña, al garete.
Y para mayor castigo, gran parte de lo que quiero leer no existe
en formato electrónico.
No hace mucho se comercializó un soporte que utilizaba el tan
esperado papel electrónico. Sólo en el mercado japonés (Vaya,
me temo que salvo jorginius y algún otro, de momento no hay
nada ---que yo sepa--- para el resto de los mortales). El cacharro en
cuestión [página en japonés] promete mucho. Pero ... ahora viene lo peor: está
cerrado hasta las cejas por DRMs y otras mandangas.
La noticia es ya antigua pero no por ello menos desesperante.
Resulta que las industrias editoriales parecen estar ya sobre
aviso y no están dispuestas a que les suceda lo mismo que a discográficas
y otros. Un capítulo más para la Novela Negra de la Moderna Inquisición
de los Saberes.
Triste, muy triste. Tendremos que seguir cargando con el peso
de nuestra sabiduría (o ignorancia, que al fin y al cabo es lo mismo)
y hacer de tripas corazón por lo que al Amazonas respecta.
Saludos a todos/todas (?), y ojalá que las vacaciones hayan sido dichosas
desde todos los puntos de vista ;-)