Como casi todo el mundo sabrá, el instalador de debian es en modo texto, para mí no hay dificultad, pero sí para los usuarios que se inician en Linux. Por ello opino que Sarge no es para gente que llega nueva a Linux (y por extensión tampoco Ubuntu, aunque eso lo dejaré para otro artículo), sino para gente algo experimentada, aunque tenga una detección de hardware más que decente, he podido comprobar como detectaba tarjetas de red de 1GB sin problemas, aunque se le resistió la de fibra óptica.
Si elegimos el modo experto en vez del modo normal, podremos hacer uso de la instalación remota. Consiste en que tras una serie de pasos podemos lanzar un servidor ssh y continuar la instalación remotamente. En un principio parece una buena idea, ya que permite volver a tu sitio habitual y continuar desde allí la instalación, pero la buena idea se queda en mera anécdota pues tras reiniciar el resto de la instalación no se puede hacer remotamente, espero que exploten más esa idea.
Aparte de la detección de hardware tenemos el gestor de discos, de nuevo una de cal y otra arena, por un lado tenemos una excelente gestión de RAID por software, he configurado dos discos duros SCSI, la swap como RAID 0 y el resto como RAID 1, y ha funcionado perfectamente, me he quedado con ganas de probar RAID 5, pero no había discos suficientes, necesitaba 3. Pero por el otro lado le pesa la imposibilidad de redimensionar particiones, otro punto por lo que no lo recomiendo para los que empiezan en linux, ya que normalmente Linux siempre comienza a compartir disco con otro S.O de nombre maldito ;-)
Otras características notables son la elección del núcleo, a elegir entre el 2.4-algo o el 2.6.8, yo he elegido 2.6.8 para estar más o menos a la última.
Y la elección de GRUB como gestor de arranque frente al vetusto LILO me parece de lo más acertada, incluso intenta detectar otros sistemas operativos, aunque aquí falló al detectarme como otros sitemas operativos las respectivas copias de Debian en ambos discos del RAID 1.
Una vez instalado en disco y reiniciado el sistema se continúa la instalación con elección de idioma, locales, tasksel ¿alguien usa el tasksel? etc... Aquí ya se nota que quieren usar aptitude como gestor de paquetes por defecto, decisión acertada en mi opinión, yo ya estoy tratando de pasarme del apt-get al aptitude.
La última parte de la instalación me ha sorprendio y no agradablemente, tras tener que contestar un montón de preguntas sobre exim4, el servidor de correo que instalan por defecto quieras o no, no es que no se pueda cambiar, ya que de hecho lo cambiaré por postfix, sino que tengas que instalar un gestor de correo por defecto, creo que porque muchos servicios como cron y otros necesitan hacer uso de algún servidor de correo para enviar sus mensajes a usuarios.
En definitiva un instalador que desde su versión woody ha avanzado mucho, aunque se echa en falta una instalación gráfica que haga uso del ratón (hay gente que no hace mucho uso del teclado) y un particionador de discos que permita cambiar el tamaño a los mismos.
Nos queda la esperanza de que Ubuntu lo mejore y que nos saque una nueva versión cada 6 meses, lo que nos permitiría disfrutar de sus mejoras más frecuentemente.