Criminales disfrazados,
seres sin razón ni piedad
no hay palabras en el mundo
que definan vuestra maldad.
Por dinero asesinais
por placer aniquilais
por poder nos destruís
súciamente mentís
aunque siempre vigileis
y mis datos proceseis
No es tan fácil hacerme CALLAR.
RESISTIRÉ,
RESISTIRÉ HASTA EL FIN
RESISTIRÉ,
RESISTIRÉ HASTA EL FIN.
Aunque parezca mentira, esto se compuso en 1981, hace ya 24 años, y aún así es de rebiosa actualidad. ¿Qué actualidad? cada cual escoga la que quiera, pero la canción sigue:
Ordenáis a los profetas
que hablen de la guerra mundial
lleváis siglos maquinando
el final de la humanidad
y queréis hacer creer
que os importa nuestro bien
pero oculta en el disfraz
hay un arma mortal.
Nos habláis de sumisión
Nos pedís resignación
Pero no me dejaré engañar.
RESISTIRÉ,
RESISTIRÉ HASTA EL FIN
RESISTIRÉ,
RESISTIRÉ HASTA EL FIN.
Por supuesto la intención de los hermanos de Castro o de Sherpa (el cantante en aquellos tiempos) nada tenía que ver con la interpretación que a día de hoy le podamos dar a la canción, pero precisamente eso es el arte: requiere la intervención del espectador, provocandole ciertas emociones y añadiendo interpretaciones que el autor desconoce.
Yo maldigo vuestro crimen
sé que lo tendréis que pagar
y no os servirá el dinero
para remediar tanto mal
contra vuestra coacción
surgirá la reacción
la sangrienta cuenta atrás
se tendrá que parar
aunque siempre vigileis
y mis datos proceseis
no es tan facil hacerme CALLAR!!!
RESISTIRÉ,
RESISTIRÉ HASTA EL FIN.
Mientras la estaba escuchando, en el Palau Olímpic de Badalona, la cabeza se me inundaron de pensamientos contra las patentes de software (y las patentes en general), contra Microsoft, sus secuaces y sus acólitos, contra la SGAE, que quizás es la interpretación más evidente a día de hoy, contra el gobierno y sus proyectos de ley sobre la propiedad intelectual, contra los spammers...
Tras ese ciclón de ideas y emociones, no pude hacer otra cosa que gritar a pleno pulmón ¡¡RESISTIRÉ, RESISTIRÉ HASTA EL FIN!!!!
Recomiendo a todo el mundo escuchar a estos dos clásicos, Barón Rojo y Judas Priest.
Por cierto, reconozco no tener permiso explicito de Barón Rojo para reproducir aquí la letra de su canción ¿tendremos problemas con sus abogados o con la SGAE?