el kernel y el pragmatismo
Desde el año 2002 el código del kernel ha sido gestionado mediante BitKeeper, un programa completamente propietario usado por Linus Torvalds y otros. Para los que acaban de salir del monasterio de clausura: sí, el legendario Linus, creador del kernel libre que ha tomado al asalto ordenadores de todo el mundo, eligió un programa cerrado a cal y canto. Creado por Larry McVoy, BitKeeper tenía al principio una licencia no libre del todo; y que con el tiempo se volvió cada vez más restrictiva.
Esta historia tiene giros que merecen una crónica más amplia que ésta. En abril de 2005 McVoy retiró la versión gratuita; al mismo tiempo que el creador de Samba, Andrew Tridgell, sacaba un cliente libre. Más tarde McVoy culpó a Tridge, como se lo conoce familiarmente, de violar su licencia. En una lucha sin precedentes, Torvalds criticó salvajemente a Tridge por haber causado la retirada de la versión libre; supuestamente, al desentrañar el protocolo de BitKeeper mediante ingeniería inversa. Era una pelea fratricida, ya que no sólo son dos desarrolladores estrella de software libre: ambos cobran de la misma organización sin ánimo de lucro, la OSDL. De hecho Tridge es el segundo fellow o miembro permanente, mientras que Torvalds es el primero.
En un momento dramático de la linux.conf.au de este año, Tridge demostró cómo había hecho la ingeniería inversa: mediante un telnet al puerto 5000. Sin magia ninguna, y sin violar la licencia de BitKeeper. Se demostró fehacientemente que depender de software propietario te deja cuando menos en una posición precaria. Al verse amenazado McVoy quiso obligar a la OSDL a despedir a Tridge; cuando la organización no se echó atrás, retiró su licencia gratuita para todo el mundo. El delito de Tridge: demostrar que el emperador estaba desnudo, o sea que el supuesto protocolo mágico de BitKeeper usaba un simple formato SCCS modificado.
Ahora bien: ¿sufrió el desarrollo del kernel las terribles consecuencias predichas por McVoy? En dos semanas, Torvalds tenía andando el prototipo de lo que llegaría a ser git
: una herramienta minimalista de gestión de código, que hacía justamente lo que Torvalds quería. En estos últimos cinco meses git ha crecido hasta ser una herramienta totalmente utilizable; el árbol de Linux reside en ella desde hace tiempo, se ha importado la historia completa del kernel, hay varios clientes gráficos.
Toda una vindicación de Stallman y de los defensores del software libre por principio.
fantasías libertarias de Raymond
¿No teníamos bastante con los pragmáticos, que los propios ideólogos tenían que meter la pata? En una entrevista ocurrida el 30 de junio de 2005, Eric S. Raymond dice: "Ya no necesitamos la GPL" (We don't need the GPL anymore). Argumenta que, ya que el libre mercado elige siempre las mejores soluciones y el software libre es el mejor proceso, no es necesario proteger nuestro trabajo mediante la GPL; el mercado se encargará de que los competidores cerrados fracasen.
Un momento. ¿Se trata del mismo esr que le decía a Microsoft a la cara "Quién es viral ahora"? El 2 de julio de 2001, emitió un comunicado de prensa en el que se recogían las críticas de éstos hacia la licencia GPL y se volvían sobre el nuevo programa "Shared Source" de Microsoft, que sí era viral en potencia. Es cierto que Raymond es uno de los fundadores de la OSI, que se centra en los aspectos más pragmáticos del software libre (bajo la etiqueta "código abierto" u open source), pero de ahí a querer eliminar la GPL directamente y ponernos en manos de empresas predadoras hay un trecho -- que por ejemplo Bruce Perens no ha dado nunca.
Algunos recordaréis que he sido timado por Raymond, por lo que puede que sea un poco parcial. Sin embargo, la reacción general ante el artículo de ESR fue, a juzgar por los comentarios de LWN a la noticia, totalmente negativa. Se lanzaron muchos argumentos en contra, como las consecuencias sobre los proyectos pequeños o la ventaja de usar una licencia imparcial. El más poderoso en mi opinión: el software libre se basa en principios éticos, no en motivos tecnológicos.
Con razón entre los comentarios se dice "Ya no necesitamos a ESR". Mucha gente opina en la misma LWN que la propia Open Source Initiative es irrelevante hoy día. El software libre se ha introducido en las empresas bajo el caballo de Troya del "código abierto", y ahora es el momento de explicar las ventajas de esa libertad; de ser así, tendría poco sentido seguir usando la etiqueta pro-corporativa. Igual que las empresas tienen claras las ventajas de la libertad de mercado, sería posible explicarles las ventajas de la libertad del software. Queda por ver las reacciones de la industria, lo que nos lleva al último punto por hoy.
proliferación de licencias
Se ha criticado muchas veces la esquizofrenia de Sun respecto al software libre. A menudo se le anima a prescindir de su Unix propietario, Solaris, y dedicar sus esfuerzos a mejorar Linux. Como tantos han hecho antes que ellos: IBM, HP o Silicon Graphics entre los más notables. Sin embargo, Sun no ha cedido; el año pasado prometió que iba a convertir Solaris en software libre, y antes de terminar el año anunció la creacion de su propia licencia, la CDDL. Es incompatible con la GPL, lo que quiere decir que no será posible compartir código entre Solaris y Linux; ambos tendrán que seguir sus caminos paralelos, aunque las ideas puedan fluir con más facilidad al poder estudiar mutuamente el código.
En palabras de Stallman, la CDDL no es un copyleft fuerte; es decir, se puede incorporar código bajo esta licencia en un proyecto sin necesidad de que sea todo software libre. Está basada en la Mozilla Public License o MPL, que sólo obliga a publicar código para los módulos que originariamente fueran software libre. La pregunta del millón es: ¿es suficiente protección para un proyecto libre? Como se ha discutido en otras ocasiones, la GPL es un buen garante de que los usuarios contribuyan sus modificaciones, incluso las grandes empresas.
Veamos el caso de Apple. Esta empresa tuvo que abandonar sus planes de hacer una versión propietaria del compilador de GNU, gcc; al final tuvo que pasar por el aro y liberar sus contribuciones (Objective-C y otras), mejorando el compilador libre para todos. Fue parecido el caso de KHTML; tras las quejas de los desarrolladores libres, Apple se decidió a liberar sus contribuciones al núcleo de KHTML. Pero al estar bajo la licencia LGPL, Apple pudo usar la librería en su programa de código cerrado Safari. En el caso del núcleo de su sistema operativo, Apple simplemente tomó el código de FreeBSD y OpenBSD y lo cerró. Es cierto que más tarde Apple sacó una versión libre, Darwin; pero sus contribuciones no parecen haber vuelto a los proyectos principales. La licencia tipo *BSD les permite basar todo su sistema en este código sin contribuir nada a cambio. Y esto en el caso de Apple, a quien le interesa tener de su lado a desarrolladores de software libre.
Ahora el proyecto openXpertya saca su propia licencia LPO, como sabemos a través de una historia enviada a la cola de moderación de Libertonia. Probablemente la noticia no llegue a ver la luz, ya que no parece un tema excesivamente interesante. Es un caso más cercano de empresa que no entiende el concepto de copyleft, aunque en este caso sea la que provee el código; y a la que (por lo visto) la GPL le parece poco compatible con la industria.
Ahora bien, hay tantos casos de empresas dispuestas a guiarse por las reglas del juego (IBM, HP, SGI, Red Hat, Novell...) que no vale la pena rebatir esta opinión. ¿O sí? ¿A qué intereses se sirve realmente renegando de la GPL? ¿A los desarrolladores de software libre, o a empresas como Apple que pretenden tomar el trabajo de otros como fundamento de sus sistemas cerrados?
conclusiones
Mi opinión queda bastante clara, supongo, por mi forma de contar las cosas; así que no hace falta que me meta en más conclusiones.
Pero faltan las más importantes: las vuestras. ¿Qué os parece este embrollo? ¿Vale la pena pasar por alto la libertad del software, y centrarse en la apertura del código como mecanismo de desarrollo? ¿En qué ocasiones? O bien ¿anteponemos la libertad ante todo, aunque alguna gente nos pueda considerar integristas y nos ignore?