El motivo de mi reflexión es doble. Este verano adquirí un netbook con Ubuntu preinstalado de una marca conocida. Quién diría que, ahora sí, es posible adquirir con relativa facilidad ---online se entiende--- una computadora de uso común por el que no hay que pagar el precio del HaseFrochOS de turno, ni molestarse en asegurarse ---horas googleando--- que todo funcionará con nuestra distro, ya que, sea o no la nuestra, el aparato viene con una preinstalada.
El segundo motivo es que a mi ordenador de escritorio le va llegando la hora del recambio e, ingenuo de mí, pensé que sería igual de fácil encontrar oferta suficiente de desktops o, incluso, de workstations con el pingüino dentro, de fábrica.
Puede que yo sea un inútil buscando por ahí, pero apenas he encontrado nada al respecto. Es cierto que hay alguna cosilla, generalmente ---y esto da que pensar--- máquinas de gama baja o, a lo sumo, media, y muy poca variedad, salvo que nos decidamos por ensambladores extranjeros, que, por cierto, ya desde hace años vienen ensamblando equipos con Linux preisntalado. Pero ¿qué hay de los Dell, HP, IBM etc.? Lo más que llegan es a garantizar que el hardware funcionará, pero eso de pedir online un bicho sin el HaseFroch de turno .
A no ser que algún libertoniano me desmienta, me da la impresión de que el panorama a nivel de escritorio sigue siendo poco más o menos el de siempre. Sí, hay netbooks, algún que otro portátil, bastantes embebidos, y hay y ha habido servidores, a patadas, pero el gran nicho del escritorio, que todavía sigue siendo aquel en el que vive mucha gente, parece estar huérfano de ofertas.
Mala cosa para los novicios; pero mala también para los veteranos a los que, por edad (;-), nos da pereza perder el tiempo en informarnos al detalle del soporte para el hardware que compramos y a los que, por principios, no estamos dispuestos a engrosar ni con un centavo más la cuenta de quien todos conocemos.